viernes, 7 de octubre de 2022

Nuevo protocolo sanitario ante los “pinchazos”

Los pinchazos, una nueva forma de acto de violencia machista

Para el análisis de una política pública para la igualdad entre mujeres y hombres he elegido una medida concreta llevada a cabo en el contexto de la normativa estatal vigente contra la violencia sexual por parte del Observatorio de Salud de las Mujeres, del Ministerio de Sanidad, que fue creado para vigilar las desigualdades de género en la salud.

He escogido esta intervención porque se centra en un fenómeno muy reciente y de gran importancia, como son los casos de agresión a mujeres en contextos de ocio, en espacios al aire libre o cerrados, mediante objeto punzante, comúnmente denominados “pinchazos”, y que han ido en ascenso desde el verano de 2021 hasta la actualidad en varios países europeos.

El documento, titulado “Pautas básicas comunes del SNS para la actuación sanitaria ante casos de agresión a mujeres por objeto punzante (“pinchazo”) en contextos de ocio” y aprobado en agosto de 2022, contiene una primera parte de consideraciones generales consensuadas para el conjunto del SNS, acompañado de algoritmo básico de actuación, un modelo de consentimiento informado de la víctima para la recogida de muestras, y un documento base de recogida datos para la custodia de las muestras. Este documento técnico, aprobado por la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), está dirigido a profesionales de los servicios de salud que integran el Sistema Nacional de Salud (SNS), estando sujeto a revisión y actualización continua en función de las nuevas evidencias.


Análisis 3R del abordaje sanitario y legal de los pinchazos

Aún se desconocen muchas de las características que rodean a este fenómeno. En Reino Unido se registraron los primeros casos hace más de un año, conocidos como needle spiking, lo que impulsó una investigación del Comité de Interior del Parlamento británico. Según un informe publicado por la Comisión, se notificaron 1.382 casos de este tipo de agresiones en cinco meses (desde septiembre de 2021 hasta finales de enero de 2022), el 88% mujeres. Un 93% de los casos se registraron en discotecas y pubs. Frente a estas acciones, el país ha puesto en marcha formación específica para el personal de seguridad, un sistema de rastreo de casos, y nuevas campañas de concienciación sobre la violencia contra las mujeres. En Francia, se han registrado más de 1.000 denuncias hasta finales de junio por pinchazos en discotecas o conciertos, de lo que se ha denominado piqûres sauvages. En Bélgica y Holanda la policía alertó a principios de julio de la aparición de estos pinchazos en el país, y en España, se viene detectando desde el mes de julio de este año 2022, particularmente a través de los medios de comunicación y en las redes sociales, que comenzaron a dar difusión a los primeros casos identificados durante las fiestas de San Fermín.

 

Foto tomada del archivo de El Periódico, ¿Cómo actuar si notas un pinchazo en una discoteca? /MARTHA JORDAN/28 JUL 2022

Este tipo de actuaciones no tienen por qué estar vinculadas a una agresión sexual, aunque sí se vinculan con el terror sexual, dirigido a coaccionar la libertad, autonomía, y seguridad de las mujeres, pudiendo ser también valorado como delito de lesiones con agravante de género, tal y como se ha recogido en algunos informes del Ministerio de Interior. Por ello, pueden definirse como un acto de violencia machista, haya agresión sexual o no y haya sumisión química (en el caso de que se inyecte alguna sustancia que pueda alterar la conciencia de las víctimas), o no. El documento aborda este tema explicitando que, en cualquier caso, constituye un delito público y por tanto perseguible de oficio, no requiriendo para su persecución e investigación una denuncia previa, de tal modo que necesita una primera asistencia facultativa, la emisión de un parte de lesiones, y un tratamiento médico, ambos Recursos son puestos a disposición de las mujeres víctimas de estos delitos.

El documento trata, por tanto, de abordar varias de las dimensiones de discriminación hacia las mujeres, así como las implicaciones legales y médicas de la agresión. Es en este contexto del ocio donde se ven reflejados a menudo determinados Roles de género y estereotipos, siendo, en ocasiones, las mujeres víctimas de casos tan flagrantes como el de “La Manada”.

Por último, en la redacción de este documento ha intervenido el Grupo Técnico de Trabajo del Protocolo Común de actuación sanitaria ante la Violencia Sexual, conformado por 39 personas representando a Comunidades Autónomas, Observatorio de Salud de las Mujeres del Ministerio de Sanidad, la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género y el Instituto de las Mujeres, ambos del Ministerio de Igualdad, personal forense y de la fiscalía del Ministerio de Justicia, así como personas expertas en salud y violencia de género. 37 de estas personas eran mujeres, lo que probablemente asegura tanto su presencia como su Representación de facto en la toma de decisiones de este proyecto.

 

Posibles impactos y resultados de esta iniciativa

Esta iniciativa aún no ha sido evaluada y no hay informes de sus resultados desde su aprobación, pero persigue el acceso igualitario a recursos como esta asistencia facultativa, tratamiento médico y defensa de su dignidad, incluso de oficio, respondiendo al mandato de la Ley Orgánica 1/2004 de que las instituciones públicas deben estar involucradas en la lucha contra la violencia de género, así como contribuir a la protección integral de la salud de las mujeres en un marco de equidad y cohesión del SNS, para una adecuada continuidad asistencial y posterior seguimiento.

Asimismo, el hecho de que el documento incluya el registro en la historia clínica y el parte de lesiones en un sistema de información que permitirá el cómputo de estos casos y la posibilidad de poder determinar con exactitud la magnitud y alcance de este tipo de agresiones y su seguimiento epidemiológico.

Además, como en el resto de situaciones de violencia de género, aquellas mujeres que presenten alguna situación de doble vulnerabilidad (mujeres con discapacidad, mujeres migrantes, mujeres en situación de exclusión, mujeres con adicciones, u otras) van a requerir una actuación específica en la que se incorporen los apoyos sociales necesarios para poder ayudarlas con eficacia, abordando así las desigualdades interseccionales.

 

Debilidades y fortalezas de esta iniciativa

La iniciativa presenta algunas debilidades. Por un lado, aunque se trata de un documento técnico aprobado por consenso en la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), constituido por las Comunidades Autónomas y otras instituciones a nivel estatal, es previsible que la implantación sea heterogénea y a distintas velocidades, lo que podría crear situaciones de inequidad en el territorio nacional, dependiendo también de la presencia o no de legislación y normativa como los Protocolos de Sumisión Química y Agresiones sexuales que ya existen en las distintas CCAA.

La fortaleza más importante de esta iniciativa es que la propuesta conlleva una respuesta multi-institución y multiactor bien articulada. Por ejemplo, se prevé que la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género informe de este protocolo básico a los servicios especializados de atención integral a través de los respectivos Institutos de la Mujer o Direcciones Generales de las CCAA, así como a los recursos de competencia estatal: servicio 016, ATENPRO y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Por otro lado, se plantea compartir el documento con organizaciones del tercer sector que gestionan los Puntos Violeta, al ser servicios y puestos de primera intervención y atención en muchas localidades (por ejemplo, en fiestas patronales), y podrán formar parte de la derivación a las mujeres, adolescentes y niñas afectadas a los centros sanitarios para atención urgente que estén establecidos en cada CCAA.


Más información del Observatorio de Salud de las Mujeres y de esta iniciativa en:

https://www.observatoriosaludmujeres.es/

https://www.sanidad.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/equidad/saludGenero/home.htm

https://violenciagenero.igualdad.gob.es/profesionalesInvestigacion/sanitario/docs/Agresion_Pinchazo_GrupoProtocolVSexual_19_08_2022.pdf

viernes, 23 de septiembre de 2022

Ibone Olza y la violencia obstétrica

 Después de darle muchas vueltas he decidido traer en este ejercicio de #Herstory a una persona contemporánea Ibone Olza, a la que se puede seguir en redes sociales e interactuar con ella, por aportar un punto de riqueza y actualidad al campo laboral al que me dedico, de la salud sexual y reproductiva desde una mirada feminista.  

Ibone Olza es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra (1994), Doctora en Medicina por la Universidad de Zaragoza (1999) y Especialista en Psiquiatría (MIR Psiquiatría Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza) (1995-1998). Ha sido profesora asociada de las Facultades de Medicina de la Universidad de Zaragoza (2002), Universidad Autónoma de Madrid (2010-2014) y Universidad de Alcalá (2015-2019). 


Ella se considera a sí misma "madre, psiquiatra, escritora y activista por los derechos de los bebés y las madres y padres en la primera infancia". Cofundó en el año 2001 el foro Apoyo Cesáreas y en el 2003 la Asociación El Parto es Nuestrouna asociación sin ánimo de lucro y feminista, que pretende mejorar las condiciones de atención a madres e hijos durante el embarazo, parto y posparto en EspañaEn la actualidad trabaja como Directora del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal e investigadora en diversos proyectos de salud mental infantil y perinatal, con numerosos artículos científicos y de divulgación, además de varios libros y capítulos de libros. Destaca el más reciente "Parir. El poder del parto" (2017), un ensayo sobre la experiencia vital del parto que analiza desde un punto de vista calidoscópica lo que pensamos del parto, lo que sabemos desde el punto de vista de la neurobiología, lo que históricamente ha sido y lo significa en el imaginario colectivo.

La contribución destacada de Ibone Olza en el campo de la igualdad y equidad de género y la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres es la violencia obstétrica,  colaborando como experta en la Estrategia de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad y con la Organización Mundial de la Salud y en la publicación "Enfoque basado en los derechos humanos del maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva, con especial hincapié en la atención del parto y la violencia obstétrica" (2019), que ha convulsionado el mundo de la práctica clínica y levantado mucho debate, poniendo en el punto de mira una violencia tan normalizada que (todavía) no se considera violencia contra la mujer.

En definitiva, he elegido a Ibone Olza para esta historiografía porque me parece que combina de manera muy armoniosa la calidad profesional, el conocimiento basado en la evidencia pero también una sensibilidad muy especial para con la biología y la evolución humana y un perfil activista muy marcado. En ella reconozco claramente el inconformismo y el cómo seguir haciéndose preguntas y abriendo fronteras desde el paradigma de que la ciencia es una revolución en sí misma, especialmente en temas que tienen que ver con la salud de la mujer.

Se me quedan en el tintero nombres como Concha Colomer (1958-2011) que fue Directora del Observatorio de Salud de la Mujer, y que impulsó e incorporó el enfoque de género en la salud y puso en marcha la estrategia de detección de la violencia de género en la asistencia sanitaria o Alicia Llacer (1947-2014), médica, activista y máximo exponente de la salud pública y el feminismo, que han dejado un legado extraordinario.

Más fuentes de información:
Entrevista en La 2: https://www.rtve.es/play/videos/para-todos-la-2/para-todos-la2-04-06-22/6573920/
Entrevista en El Salto: https://www.elsaltodiario.com/literatura/-ibone-olza-maternidad-elegida-gozosa-palabra-de-madre
Listado completo de todas sus entrevistas: https://iboneolza.org/entrevistas/

martes, 20 de septiembre de 2022

Mujeres y Ciencia- Avanzando en la equidad de género

 He reflexionado mucho sobre la presencia de las mujeres en la carrera científica estos últimos años, en parte porque he vivido en primera persona cómo tras doctorarme, el asentarme como investigadora principal y consolidar un equipo de investigación se convertía en misión imposible. Pensé que era porque ésta fue una de las áreas que también se resintió en España tras la crisis económica de 2008-2014, y que mi propia trayectoria individual había alargado mi carrera profesional tremendamente (6 años de medicina, 2 años de cooperación al desarrollo, 4 años de formación MIR y un doctorado), colocándome ante un postdoctorado con 33 años, en plena crisis económica y ante la disyuntiva de si deseaba embarcarme en la maternidad. Finalmente, la conjunción de estos tres factores me “obligó” a no optar por la carrera científica y opositar a la AGE. Tuve a mi primer y único hijo con 37 años, muy por encima de la media del primer hijo de 31,5 años que nos mostró@Adri4nGoncalves durante el evento dinamizado titulado “Las dimensiones de la desigualdad en España”.

Más allá de mi “hoja de vida” y circunstancias personales, es reconfortante verte reconocida en las cifras y la mirada más macro que los números, tanto a nivel global como nacional, ofrecen.

Por ejemplo, @Adri4nGoncalves también nos mostró que, en España, según la Estadística de Enseñanzas Universitarias del Ministerio de Educación, un 49,8% de las tesis doctorales en 2018 fueron defendidas por mujeres, a pesar de que ellas representan un 55% de las personas matriculadas en estudios de grado y máster y un 58% del alumnado que termina esos estudios.

El Ministerio de Ciencia e Innovación, en su informe 'Científicas en Cifras 2021', publicación bienal que analiza la presencia de las mujeres en los distintos ámbitos y niveles de la ciencia en España, destaca tendencias positivas pero también retos y brechas de género para la consecución de una carrera científica por parte de las mujeres en nuestro país:

  • Existe un aumento paulatino en la presencia de investigadoras a lo largo de los últimos años. Ellas alcanzan ya el 41% del personal investigador de nuestro país, por encima de la media europea (34%). Sin embargo, el sector de las ingenierías y tecnologías cuenta con menor presencia de estudiantes e investigadoras, mostrando incluso un descenso en los últimos años.
  • Destaca un aumento de la presencia de mujeres según se avanza en la carrera investigadora en las universidades y OPIs.
  • A pesar de que existe una ligera mejora en la presencia de mujeres en los puestos de toma de decisiones, las mujeres aún no participan de forma plena e igualitaria en la toma de decisiones en el sistema de ciencia (23% de rectoras y directoras de institutos de investigación, manteniéndose el equilibrio de género de 42% alcanzado en el nivel de vicerrectoras de universidades).
  • Aunque la proporción de investigadoras solicitantes en convocatorias de proyectos de I+D va en aumento, ellas tienen menores tasas de éxito (43% ellas y 48% ellos, en 2019) y reciben proporcionalmente menos financiación que sus homólogos.

A nivel global, la situación es también tan acuciante que, por ejemplo, solo el 3% de los Premios Nobel de Ciencia se han concedido a mujeres desde la creación de los galardones en 1901, que la ONU ha declarado el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, para, entre otras acciones, desmontar los estereotipos y prejuicios que afrontan las niñas y adolescentes para escoger una carrera científica. En mi afán por aportar en este sentido el pasado febrero de 2021 fui al colegio de mi hijo a contar mi propia experiencia personal.

 https://twitter.com/Ori_SaludGlobal/status/1492846518340104194?s=20&t=8Omr0XqKlOVh6YtoHaX0SQ

 

 

 


miércoles, 14 de septiembre de 2022

Reflexionando sobre la igualdad, la esfera pública y la más doméstica o privada

Saludos a quien se asome a este post de blog, me llamo Oriana, soy médica epidemióloga. Funcionaria pública desde hace escaso un año en el Ministerio de Sanidad.

Gracias a un curso del INAP sobre fundamentos de igualdad es que me encuentro abriendo por primera vez un diario de aprendizaje, sumergiéndome en el twitter que tengo abandonado y repasando conceptos de desigualdades de género. 

A pesar de considerarme una mujer feminista y por supuesto una activista de las desigualdades de todo tipo, en particular las inequidades en salud, desde que he sido madre tengo un regusto amargo en la boca. Los abordajes más teóricos del feminismo se me han quedado cortos cuando una encarna algo tan complicado como la maternidad, incluido embarazo, parto, postparto y cuidados de alguien tan indefenso como un recién nacido mamífero. Si antes me sentía parte de un colectivo que históricamente había tenido menos capacidad de acceder a oportunidades, recursos, poder, visibilidad...ahora me he dado de bruces con el mundo de la infancia y pienso que aún están más a la cola en vulnerabilidad.

En la ecuación que propone el feminismo más mainstream (por favor, perdonen mi desconocimiento al respecto, seguro que hay corrientes con nombres que desconozco) me falta más atención a los cuidados (de menores, personas con discapacidad, con problemas de salud, etc) como elemento central desde el que debería pivotar una vida más saludable, más sostenible.

En casa soy madre y principal proveedora de ingresos (iba a decir de la economía familiar, pero no me atrevo...ay si le pusiéramos cifras a los cuidados!), después de un año de excedencia por cuidados de nuestro hijo nos gastamos los ahorros. Mi pareja tiene trabajo intermitente, lo que conlleva mucha incertidumbre y a veces precariedades sobrevenidas. 

Hemos tratado de hacer plannings familiares donde el trabajo "productivo", las actividades domésticas y los cuidados, así como el ocio y tiempo libre se equilibre lo más posible. Y, al menos en nuestro caso, no lo hemos conseguido. O se pierde poder adquisitivo y oportunidades laborales, o se pierde salud, o se le da una infancia a nuestro hijo lejos de su familia. 

¿Es esto una encrucijada de valores de nuestra sociedad, del desarrollo sostenible planetario? ¿Qué nos jugamos?

Deseosa de conectar y aprender en este camino...abro orejas, ojos y corazón. Empezamos. 

Nuevo protocolo sanitario ante los “pinchazos”

Los pinchazos, una nueva forma de acto de violencia machista Para el análisis de una política pública para la igualdad entre mujeres y hom...